viernes, 13 de agosto de 2010

PRISIONERA DE MÍ


Prisionera de mí,
nuestros cuerpos se fundirían en uno,
la sangre y el espíritu quedarían entrelazados,
sin remedio nuestros cuerpos se entregarían,
en perfecta simbiosis de amor y sentimientos.

Mi alma te devora en sueños,
mi cuerpo será tu piel,
mi alma tuya,
mi amor eternamente para ti.

Mi amor,
ayer soñé que mirábamos desde París toda la ciudad,
abrazados los dos,
y que me susurrabas al oído,
que nada nos separaría jamás.

Me encantaría cumplir ese sueño.
¿Por qué París?
Porque mi difunto padre me llevó allí,
y cuando era un niño,
fue mi padre quien me hizo soñar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario