Cuando voy por la calle
veo demasiadas sonrisas
no que la huelga estalle
ni vientos, ni brisas.
En otros tiempos no era así
cuatro millones de parados
hubieran significado aquí
muchos políticos expulsados.
Siento dolor ante ello
porque nada entiendo
no veo ningún destello
ni el camino que enciendo.
Por desgracia es un sueño
ese gran cambio está lejos
y por mucho empeño
que ponga, son espejos.
Hablamos de necesidad
sustituida por dignidad
hablamos de mendicidad
sustituida por libertad.
No quiero un subsidio
ni quiero sus sobras
porque es un suicidio
aceptar cosas de cobras.
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