Dicen que todos son iguales
pero yo sé que no es cierto
como si fuéramos puros males
y yo me rompo y desconcierto.
La voz del resto no oprime
cada uno de nuestros sueños
porque esta crisis subprime
lo es para los más pequeños.
La crisis es de los valores
olvidados como los tinteros
ya no hay escalas de colores
los hombres no son sinceros.
Como poeta cabalgo yo solo
sin apoyos y con remiendo
la moral del resto asolo
con la llama que enciendo.
Las imágenes nunca bastan
las palabras ahora sobran
los hechos siempre faltan
y las personas nos cobran.
Nos cobran a los escritores
todos los fallos de la manada
de los que ni sueñan flores
ni sueñan absolutamente nada.
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