lunes, 11 de mayo de 2009

LA CONCIENCIA

Mi corazón se despedazó como una rosa
una rosa roja en un otoño sin viento
¿debo creer en el amor? ¿Creer en los sentimientos?
¿Pensar que el amor existe? ¿Fiarme de tu mirada?

Ayer te conocí
era un mal momento
y a la muerte vencí
porque ya estaba muerto.

El mundo ha muerto
pero yo sigo vivo
algunos me dicen tuerto
pero estas líneas escribo.

No bastan ni miradas
ni oleajes de amor
ni palabras cruzadas
que sólo insuflan dolor.

Debí decirte que algún día
no se pondrá el sol más
porque mi alma tardía
estará contigo donde tú estarás.

Oculto el sol no brillará
y las estrellas robadas
no alumbrarán
pero algún día llegará
y tus miradas
el corazón me robarán
porque son sinceras
y mi pecho te amará
porque las cosas son efímeras
salvo los ideales que llegarán.

Las noches que en ti pensaba
en suspiros las pasaba
y el rato que no dormía
despierto te soñaba.

Los días que te imaginaba
fueron muchos y largos
pero siempre pensaba
que estas cosas no existían.

Atado al mar las olas golpean
ruidosas en las costas
como el silencio que emplean
las aves tras su graznido
como las langostas
que devoran cosechas
a mi corazón tú has venido.

Donde quieras yo iré
al fin del mundo llegaré
lo que quieras yo haré
sin preguntas ni porqué.

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